lunes, 25 de marzo de 2013

Domingo de Ramos

Ayer tuve una grata sorpresa de Pascua.


Salí a pasar tranquilamente por Perugia sin rumbo fijo. Entré por casualidad en la Iglesia del Gesù de la ciudad umbra. La construcción data de la segunda mitad del siglo XVI y como no podía ser de otra forma, es de estilo barroco. Aunque exteriormente no llame demasiado la atención, la verdad es que la decoración interna es muy bonita y no excesivamente recargada. En ella aun se aprecia el paso del fuego que casi la destruye en 1989. 


Mi sorpresa llegó cuando vi un grupo de jóvenes esperando para subir al altar cargados con sus instrumentos de cuerda. Violes, violas y violonchelos que respondían a las órdenes de la batuta de Benedikt Sauer; quien será el director de la producción de Rigoletto con la que se festejará el bicentenario de Verdi en el Conservatorio de Milán. 


La Orquesta Sancta Jerusalem, compuesta por jóvenes de los conservatorios de Milán, Bolonia y Florencia, interpretó Las últimas siete palabras de nuestro Salvador en la Cruz de Haydn trasmitiendo con gran maestría el perdón, la dulce visión del Paraíso, el cariño, el dolor y la desesperación del "Eloi, Eloi, lemà sabactanì?" Se intercalaba cada sonata con las palabras extraídas del Evangelio, y una comentario- como no podía ser de otra forma en Italia- que preparaba a la audiencia a la Semana Santa.    


Italia será un país sin gobierno, pero sigue teniendo una delicadeza para el Arte envidiable. 

jueves, 7 de marzo de 2013

Una nueva publicación


            Por fin se puede consultar un libro sobre escenografía operística valenciana Escenografía y Ópera en Valencia: Odeon Decorados y el Palau de les Arts Reina Sofía. En él, se reflexiona no sólo sobre los materiales con los que se han llevado a cabo nueve óperas del Palacio de les Arts Reina Sofía (Don Giovanni, El rey que rabió, L’arbore di Diana, La bruja, La vida breve, Parsifal, Salome, Turandot y Una cosa rara), sino también sobre su impacto en la crítica periodística, su relación con el libreto original o las características escénicas del coliseo valenciano.
            Una joven investigación de Cristina Prats dirigida por los doctores Luis Arciniega y Francisco Bueno, en la que se refleja un profundo trabajo de campo en el taller de Odeon Decorados. 

http://issuu.com/revistalatinadecomunicacion/docs/12cba (Aquí el libro completo para consultarlo desde Internet o descargarlo). 

domingo, 3 de febrero de 2013

Escenografía acuática


Sorprender, cuando nos referimos a algo tan conocido y general como el Carnaval de Venecia, no siempre es fácil. El pasado sábado 26 de enero, la ciudad del Veneto dio comienzo a su tradicional fiesta que durará hasta la 12 de febrero. Como inicio a la mascarada, se contó con la presencia de Ilotopie para llevar a cabo un espectáculo en el canal di Cannaregio de la ciudad.

Venidos de Francia, los integrantes de Ilotopie se basaron en la sexualidad que tradicionalmente ha acompañando a la fiesta y a la ironía de la misma. Se realizaron cerca de una decena de carrozas acuáticas, que tenían como flotaban sobre la ciudad sumergida y se movían bien fuera al compás de las mareas, de los remos o de la tracción motora.

Todo comenzó como si de un sueño se tratase, en mitad de la noche, iluminados a la luz de un potente y solitario foco. La primera embarcación era una cama de grandes dimensiones que flotaba sobre el agua. Impulsada por una joven que ora movía los remos ora llevaba a cabo una sencilla coreografía, la cama dio paso a la pesadilla.



A continuación, hizo aparición un soldadito con sombrero y plumaje multicolor, que bien podía hablar del que parece el tema de debate de las inminentes elecciones italianas: el matrimonio gay. Subido sobre el esqueleto de una bestia, estaba seguido de cerca por dos lanchas rápidas dirigidas por sendos demonios alados, tetudos y provistos de un falo que hacía las veces de timón. Tras su accidentada aparición, en la que se prendió fue las alas de papel de uno de los demonios, vimos otra barca larga dirigida por otro soldadito. También alargada, no falto el bufón de la noche que hacía acrobacias ante su rey vestido con corona, capa y falo. Sólo faltaba la mujer de falda larga, que se impulsaba con la fuerza de las piernas de uno de sus vasallos. A través de la ranura central de su vestido, veíamos su cuerpo desnudo y la idea que vulgarmente trasmite el viejo refranero “valen más dos tetas que dos carretas”. De este modo uno se encontraba dentro de una pantomima, la pantomima del carnaval.



Con pocas carrozas, la compañía Ilotopie nos hizo despertar al interno de la pesadilla demoniaca del carnaval. Demostraron con el sombrero del primer soldado, que la fiesta veneciana es tan actual como actuales son los tiempos que corren. Con una estética burtoniana, se dio paso a la quincena veneciana por excelencia: la mascarada. 

sábado, 29 de diciembre de 2012

Bonita estampa navideña



Es entrañable en estas fechas salir de compras y encontrarte con esta sorpresa en medio de la calle. Uno se siente teletrasportado al drama de Mr. Scrooge, sólo falta la nieve para estar en medio de una novela de Dickens con música natalicia y buena compañía.  

El cuarteto de cuerda formado por un contrabajo, una viola y dos violines se encontraba esta mañana en la pequeña calle peatonal Dr. Romagosa, junto al que fue el escaparate de la pastelería Villanueva recientemente clausurada. Como se ve, la gente estaba encantada con su presencia y hemos sido muchos los que nos hemos acercado a escucharles y agradecerles su presencia con alguna moneda. 

Cualquier espacio es bueno para difundir la cultura, escuchar a los clásicos y abrir un espacio para la calma en un bullicioso centro donde hoy todo el mundo se lanzaba a hacer las compras de navidad. Espero que iniciativas particulares como ésta sean aplaudidas y defendidas por los organismos públicos, copiando al modelo inglés en sus logros, entre ellos, asegurar siempre buena música en el metro de su ciudad.  

Ojalá la buena música sea preludio de buen año. 





lunes, 24 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD

Música: El Mesías de Heandel
Stepehn Cleobury, Brandenburg Consort & The Choir of King's College Cambrige
Animación: Sofía Prats



jueves, 20 de diciembre de 2012

Chen Kaige el señor del META

Las reflexiones más difíciles y profundas son aquellas que se hacen sobre uno mismo. No siempre es fácil ser consciente de lo que significa nuestra propia estela y son pocos los valientes que se atreven a indagar en ella, más aún, presentarla ante el público. 

El Palau de les Arts de Valencia tuvo la osadía de contratar a Chen Kaige como director de escena de la gran ópera "Turandot", que acompañado de Liu King, subieron a escena una tradicional reflexión china: ¿hasta dónde la actuación y desde dónde la vida?, el meta-teatro. El teatrillo que el director subió a escena hablaba justamente de esta idea, de la teatralidad de la vida. Rompía con la magia de la representación como la mosca de Dreyer, recordándonos que la princesa Turandot sólo existe en la imaginación de Puccini. Que incluso su vida en la obra es de cartón piedra, que ella también siente y piensa. 



Pero no nos confundamos, ni fue "Turandot" quien dio fama a Chen Kaige, ni ésta era la primera obra meta del autor. "Adiós a mi concubina" fue su obra maestra, película ganadora de ocho premios internacionales (como la Palma de Cannes) y nominada a dos Óscars, entre ellos a la mejor película de habla no inglesa.  

El largometraje reflexiona sobre el sacrificio que supone la vida por y para la ópera. La obsesión del protagonista, Douzi (Leslie Cheung), le lleva casi a la locura llegando a hacerle dudar de cuál es su naturaleza ¿Nació en su infancia o sólo existió a partir de ser actor y cantante de ópera? ¿Hasta dónde el drama y desde dónde la vida? ¿Hay que dar gracias a los sacrificios humanos por el bien de la Ópera de Pekín o hay que evitar la vida en semi-esclavitud aunque esto nos impida disfrutar de la más bella de las representaciones?




Chen Kaige se atreve a afrontar el tema sin tapujos y ni siquiera él llega a una conclusión concreta. Es quizá esta ambigüedad la que carga la película de una belleza casi mística. 

Además de la reflexión, Chen Kaige nos regala una escenografía impresionante y escenas que casi podrían ser lienzos en sí mismas. Como la llegada del director de la compañía al teatro donde le esperan los ciudadanos alineados en oblicuo, multiplicando el espacio y acentuando la profundidad de la escena. Asimismo, se utilizan imágenes de tonos cálidos, que recuerdan a los filtros de colores del cine mudo. El verde del "Golem" es, en la película de Kaige, un asfixiante rojo que nos envuelven y transporta al interior de un burdel anterior a la invasión japonesa. Ahora bien, los dos momentos que yo destacaría por su carga conceptual son: la escena en que se ve la sombra de Douzi al otro lado de una pared de papel cuando canta ante los japoneses, de los que conocemos su nacionalidad y profesión gracias a las botas militares que esperan en la puerta tal y como marca la tradición oriental. Y el segundo, una vez ha triunfado el comunismo en China, se muestran un camerino lleno de actores, cada uno pintándose ante un espejo. Son personas anónimas, sombras repetitivas y mecanizadas que nos hacen ver el cambio social sin necesidad de palabras, el triunfo del proletariado y la masificación. Se acabó de un plumazo con la delicadeza de la concubina pintando a su rey, en favor de la masa. 





  

sábado, 15 de diciembre de 2012

Frontera y fronterizo

La frontera se encuentra en el límite, marcando el linde de las cosas, y ocupando un lugar de incertidumbre que no pertenece ni a un lado ni a otro. Es en esto límites del lenguaje y de los entes donde se desarrollan las reflexiones más profundas a la par que fructífero, son los fronterizos los encargados de hacernos pensar donde acaban las cosas para empezar las siguientes. 

El concierto de un cantautor como Ismael Serrano, queda más allá del límite de lo que solemos etiquetar como ópera, quizá sea más cercano a un teatro musical o a un musical con momentos teatrales. Pero ayer me hizo reflexionar sobre el papel de la escenografía y su implicación con la música. El propio cantautor se sentía presuntuoso queriendo definir la música como una herramienta, un medio, para despertar conciencias, se sentía más cómo al hablar de música como lugar de encuentro, de discusión, de debate. Ahora bien, ¿y la escenografía? Sin duda, en el concierto de anoche era el lugar de encuentro propicio donde música, músicos y la recreación de un bar se daban cita con el público. Como ocurre con las óperas, las canciones de Ismael Serrano son las mismas, pero toman una intención, un discurso diferente al presentarse en el "Café de los recuerdos" en vez de la corrala de los últimos dos conciertos. Lo importante de esta escenografía, situada  los límites del lenguaje de la música teatral, es el diálogo que llegó a establecer con músicos y canciones. Era un elemento activo del diálogo, interactuaba con la acción y la música, los textos tomaban un nuevo matiz a la luz de sus neones rojos. 



A veces, la magnificencia de las escenografías operísticas se quedan en una fachada, como las portadas barrocas que recubrían las iglesias ocultando interiores más modestos de época pasada. Con ello quiero decir que pierde su misión principal, dialogar con la música y el texto para adentrar al público en la reflexión que exige la obra. Los escenarios de Ismael Serrano son sencillos y vividos, no piezas de museo desempolvadas para el estreno de la obra y vueltas a embalar en papel de bolitas. El arte, sea cual sea su índole y lugar de exposición, no es una bomba de TNT que explotará en mil pedazos si se interactúa con ella.

Hay que recurrir a los límites del lenguajes para encontrar la esencia de las cosas, volver al punto de origen y poder reflexionar y crear desligarlas de su misión.